Los informes recientes de los medios destacan los defectos en las tecnologías de asistencia al conductor y las características de conducción autónoma. ¿Pero hay esperanza de que la nueva tecnología pueda reducir las tasas de accidentes? Según la investigación, parece que el potencial está ahí.

En 2018, la Fundación AAA para la Seguridad del Tráfico realizó una revisión de la literatura que examinó la investigación sobre tecnología de asistencia al conductor. El objetivo de la revisión fue determinar si los sistemas de asistencia al conductor podrían reducir las tasas de accidentes y las lesiones y muertes relacionadas. Lo que la revisión encontró es prometedor.

¿Puede la tecnología de asistencia al conductor reducir las tasas de accidentes?

La revisión de la literatura se centra en tecnologías que incluyen:
· Advertencia de colisión frontal (FCW)
· Frenado automático de emergencia (AEB)
· Advertencia de salida del carril (LDW)
· Asistencia de mantenimiento de carril (LKA)
· Monitoreo de punto ciego (BSM)

La revisión de estas tecnologías encontró que todas las tasas combinadas de accidentes automovilísticos podrían reducirse hasta en un 40%. El desglose es el siguiente:

· Accidentes potencialmente prevenibles por FCW / AEB – 29% (1.9 millones)
· Accidentes potencialmente prevenibles por LDW / LKA – 7% (519,000)
· Accidentes potencialmente prevenibles por BSM – 5% (318,000)

La prevención de este 40% de los accidentes también afectaría las tasas de lesiones y muertes. Si se evitara el 40% de los accidentes, se evitarían 1,1 millones de lesiones (37%) y 9.496 muertes (29%).

Es importante tener en cuenta que esta es una reducción potencial basada en una revisión de la investigación. Existen variables para cualquier tipo de tecnología de asistencia al conductor, como el uso adecuado de la tecnología y la erradicación de posibles defectos de hardware o software. El uso de estas tecnologías no está en un lugar donde los accidentes se puedan reducir con éxito.

¿Por qué? Los investigadores creen que los conductores no tienen una educación adecuada sobre cómo usar la tecnología de manera adecuada. Los conductores confían demasiado en la tecnología y no lo suficiente en su propio control e intuición. Por ejemplo, el 80% de los conductores que usan monitoreo de punto ciego informan que desconocen que la tecnología tiene limitaciones. Los conductores informan no ser conscientes de que la tecnología no puede detectar peatones o bicicletas.

Ciertamente, existe un potencial en la tecnología de asistencia al conductor, pero aún queda trabajo por hacer antes de que se pueda utilizar en todo su potencial.